TERCER CAPÍTULO DE LA SEGUNDA TEMPORADA: Buenas y malas sensaciones

Hoy, domingo 28 de febrero estreno el tercer capítulo de mi segunda temporada. Si bien es cierto que el capítulo anterior gustó generalmente, preparáos para ver los 3 que quedan (en especial el de la semana siguiente, el cual es el mejor de todos, en mi opinión). Aunque este capítulo tampoco está mal. Pero bueno, eso no lo decido yo; lo decidís vosotros.
Sin más dilaciones, aquí tenéis el capítulo:

PARTE 1:

Sábado 11 de julio en Castelldefels. Pequeños intervalos nubosos cubrían el cielo pero sin ser una amenaza potencial. No obstante, el movimiento de esas nubes era precioso e hipnótico. Por la zona de mar se registraba alguna lluvia pero de carácter débil, cosa que se confirmó posteriormente cuando Joan miró las imágenes de radar y observó las tacas azules de precipitación baja. El miércoles 22 un tren convectivo pasó justo por encima de la costa central catalana dejando una potente tormenta eléctrica en la ciudad de Barcelona y alrededores. Algunos de los rayos que se observaron desde las 5:30 de la mañana eran gigantes y recorrían gran parte de la estructura de la nube. Como la mayoría de los rayos iban orientados hacia la comarca del Maresme, Joan pensaba que Víctor Martínez Artola, cazador de tormentas, podría estar cazando también esa tormenta. De repente un rayo espectacular nube-tierra rompió la relativa tranquilidad que había. Más tarde parecía que la tormenta se alejaba ya puesto que se empezaron a observar pequeñas mamatus. Pero aun no había terminado el espectáculo dado que aún faltaba por ver un efecto de luz y color con los rayos del Sol y una línia de cúmulos. Una vez terminó esa situación, Joan Lluís recibe un par de fotos hechas por Víctor, que al final resultó que también cazó esa tormenta.

PARTE 2:

Entramos en el mes de agosto. El día 6 lo único interesante se formó por la zona de Tortosa, pero sin afectar Catalunya. Al día siguiente se formó un sistema tormentoso colosal por Girona que empezó a bajar hacia la costa central pero a medida que avanzaba se debilitaba. Lo realmente espectacular fue que desde Barcelona se podía ver hasta qué punto era enorme ese sistema... y eso que se formó a muchos kilómetros de distancia. Su evolución mostraba como iba creciendo en algunos momentos de forma espectacular tanto en altura como en anchura pero que al final no llegó a Barcelona. Y por Teruel se observaba una posible supercélula que dejaba lluvias muy intensas en su núcleo. Al día siguiente, día 8, se empezó a formar un buen sistema por el sur de Catalunya y que podría llegar a Barcelona. Pero no todo acababa en ese punto, puesto que parecía que se iban a juntar 3 células tormentosas mientras avanzaban hacia Catalunya, con lo cual podría ser una gran situación de inestabilidad. No obstante, al final se juntaron, pero no llegó a Barcelona. El domingo día 9 ESTOFEX alertaba a Catalunya y Valencia con nivel 1 por una posibilidad de fenómenos de carácter extremo del 5%. Por el sur subía un sistema de lluvias muy bueno y también se dirigía a Catalunya. Por Barcelona el cielo estaba prácticamente azul pero no tardó en cubrirse con los primeros intervalos nubosos. Joan sube al tejado para evaluar mejor la situación, pero se encuentra con que no tiene nada encima suyo. Por la banda de mar habían cúmulos evolucionando a congestus pero lo bueno se daba a la banda de montaña en donde un buen cumulonimbus se había formado. Mientras Joan evaluaba la situación, un trueno le interrumpió indicando la severidad que traía consigo el cumulonimbus. Pero a partir de ese momento ya empezó a debilitarse. El Lunes ESTOFEX seguía poniendo una alerta de nivel 1 para Catalunya y Valencia. Y no era para menos puesto que entre Catalunya y Mallorca se había formado una buena bola que dejaba lluvias intensas. Aunque no llegó a la costa, Joan pudo contemplar el nacimiento y la muerte de un cumulus congestus.

PARTE 3:

El lunes 24 de agosto el cielo de Castelldefels estaba totalmente azul. Todo estaba tranquilo... demasiado. Se esperaban fuertes tormentas que podrían afectar a la costa central y sur catalana durante la tarde del día siguiente. Joan mira los modelos de previsión y ve que el CAPE marcaba cierta inestabilidad para el martes por la tarde, confirmando así las previsiones meteorològicas. El martes podría ser un gran día. El martes día 25 por la mañana varios sistemas de nubes pequeñas se dirigían hacia Catalunya. Aunque no era demasiado fuerte, Joan quería aprovechar al máximo ese día y, si se formaba algo, que no lo perdiera. De buena mañana un cumulus congestus desdibujado hizo creer a Joan que ese sería un gran día. Lo que era evidente era que aún no había suficiente calor como para generar algo potencialmente severo puesto que el Sol no calentaba la superfície lo suficiente. La buena notícia es que no mostraba señales de debilitarse todo eso, de modo que había posibilidades de tener alguna cosa esa mañana. No obstante, a pesar que intentaba desarrollarse verticalmente no lo conseguía, de modo que Joan decide volver para más tarde poder repetir una caza en caso que la cosa prometa.

PARTE 4:

Esa tarde, Joan tiene la situación que estaba esperando ese día formándose por el sur y tomando un curso que permitiría al núcleo pasar por encima de Castelldefels (lo ideal para Joan). El cielo barcelonés se iba oscureciendo poco a poco con algunos grandes cúmulos. Cada segundo que pasaba, Joan estaba más convencido de que ese sería un gran día e irá a por todas esa tarde. Avanzando por la autopista se podía observar el colosal yunque del colosal cumulonimbus cuyo núcleo, Joan podría tener encima en unas 2 horas. Y Joan consiguió llegar al punto de caza antes que el núcleo, por lo que sólo quedaba esperar a que llegara. Pero pasaban los minutos y no llegaba y tampoco parecía moverse según lo esperado; no se apreciaban tonalidades más oscuras. No obstante Joan decide dar una última oportunidad a la tormenta reposicionándose un poco más al sur. A pesar de que se registró alguna precipitación débil, ésta procedía del yunque, el cuál estaba rozando la costa. Viendo la forma que tenía la nube, el núcleo se localizaba en alta mar; esquivó a la costa. Joan, decepcionado, decide desistir y regresar a su hogar puesto que ya era totalmente imposible ver fenómenos severos donde estaba localizado.

PARTE 5:

A pesar de que esa cacería había finalizado de forma estrepitosa y fracasada, a Joan aún le quedaba una notícia que escuchar y que fue imprevisible: el avistamiento de un pequeño embudo por la zona de Segrià que incluso llegó a tocar la superfície de un lago convirtiéndose en manga de lago. El fenómeno se registró cerca de las 6 de la tarde y se generó en una zona agrícola. No hubo que lamentar heridos. Al día siguiente por el norte se acercaba un sistema tormentoso, núcleo del cual parecía debilitarse en su descenso a la capital catalana. Se observaban algunas protuberancias en el cielo, pero sin más intención que ser anecdóticas. A pesar que no era severo lo que tenía encima, era muy bonito con el juego de luces con los rayos solares y cuando ya ha visto todo lo que daría de sí ese día, regresa a su casa. El domingo 30 de agosto un gran cumulus congestus se formó enfrente de Castelldefels en donde se hallaba Joan con un amigo, Ricard Tello, para pasar un día de playa. No obstante, no sabían lo que se encontrarían. El congestus parecía coger más consistencia pero no llegaba a desarrollarse verticalmente, tal como Joan quería. No obstante, se quedó parado ante el espectáculo que estaba comentando. Incluso a Ricard le parecía una buena situación meteorológica y en algún punto pareció desarrollarse alguna tuba, pero sin más intención que eso. Finalmente la línea de cumulus congestus se empezó a deshacer así que Joan y Ricard decidieron volver a casa. Pero a Joan le espera un mes de septiembre muy movido.

Y hasta aquí el tercer capítulo de la segunda temporada. Espero que os haya gustado. Deciros que el de la semana que viene, en mi opinión, es el mejor episodio de toda la temporada, seguido por el 5, así que no os perdáis los dos últimos capítulos porque seguro que no os decepcionarán.
¡Estad pendientes del cielo, cazadores!