CUARTO CAPÍTULO DE LA SEGUNDA TEMPORADA: Un septiembre bastante movido

Hoy, domingo 7 de marzo de 2010, estreno el cuarto capítulo de la segunda temporada, el cual, en mi opinión, es el mejor de todos. Transcurre durante el mes de septiembre, durante una situación de gota fría que en algunos días permitió que la inestabilidad más potente me alcanzara. Soy consciente de que el último capítulo fue flojo, no obstante, si el tiempo no coopera ya puedo hacer todo lo posible que no habrá manera de mejorarlo. Sin más dilaciones aquí podéis ver el capítulo 4. Espero que lo disfrutéis.

PARTE 1:

Empieza el mes de septiembre. El día anterior, Joan había ido a Castelldefels por la mañana y en alta mar le pareció ver una manga marina rodeada de lluvia, la cual no pudo fotografiar debido a la distancia. Pero el martes 1 de septiembre tenía un buen desarrollo de congestus delante de él. La situación se animaba más a cada segundo que pasaba. Ese septiembre sería muy inestable debido a una situación de gota fría que podría prorrogarse durante días. Y ese martes era muy probable que se llegara a formar una manga marina. La base de algunos congestus presentaban clara rotación por lo que las posibilidades de manga marina aumentaban. Lo único que faltaba era que cogieran un poco más de fuerza. En la lejanía, algunos cúmulos presentaban zonas más bajas. Esas zonas eran en las que se podrían formar las posibles mangas. Un par de horas más tarde esas zonas estaban enfrente de la costa y seguían acercándose más a Joan. Los congestus seguían presentando rotación. Joan pudo ver una pequeña tuba en forma de S cuando estaba bañándose, por lo que le fue imposible fotografiarla. Según Joan, los informes meteorológicos indicaban inestabilidad ese día, pero se esperaba más por ponente. Sin darse cuenta en el momento, Joan fotografió una segunda tuba descolgándose del cúmulus congestus más desarrollado (parecía casi cumulonimbus). Ese ha sido lo más cerca que ha estado Joan de hacer realidad su sueño. El viernes 4 de septiembre una buena tormenta se dirigía a Barcelona. Presentaba zonas de fuerte precipitación y una pequeña célula aislada que se dirigía a la capital catalana. A Joan le gustaba ese cielo gris, azulado e incluso verdoso y su desarrollo fue espectacular. El arcus cubrió la cima de Collserola. De pronto se fija en la zona en la que la tormenta estaba cogiendo la energía en el momento de que las cortinas de lluvia que se podían ver en la zona de montaña, pasaron por encima de Barcelona. Después de que pasara la zona de lluvia, a Joan le quedaba otro espectáculo: por la banda de mar pudo observar un buen cumulonimbus que se iba fortaleciendo en su base. El septiembre está resultando ser un buen mes.

PARTE 2:

El sábado 12 habían células pero que no lograban llegar a la costa. Pero a la mañana siguiente varias zonas de lluvia cruzaban la costa dejando lluvias localmente fuertes. Joan se levantó a las 7:22 de la mañana para poder ver los modelos para ese día y el próximo. Según los modelos, para ese 13 de septiembre no se registrarían demasiadas precipitaciones; todo lo contrario que al día sigiente. Las demás categorías como la nuvosidad, el cape, etc, marcaban lo mismo; poca cosa el domingo y una explosión el lunes 14 de septiembre. Entre Valencia y Mallorca se localizaba lo mejor del día hasta ese momento. Pero cerca de Barcelona también se animaba la cosa con algún cúmulus congestus. Joan decide, como es habitual, subir al tejado para ver mejor la situación. El cielo se oscurecía poco a poco. El congestus estalló de repente y se dirigía directamente a Barcelona al mismo tiempo que parecía alcanzar proporciones de cumulonimbus. Joan se quedó parado ante tal nube. Se podía oír algun trueno lejano. La situación cada vez se animaba más gracias al hecho de que por la zona sur el yunque de otro cumulonimbus empezaba a cubrir el cielo.

PARTE 3:

El cielo cada vez estaba más cubierto y con un cielo cada vez más oscuro. Ese día estaba resultando ser de los buenos para Joan. Por la banda de Maresme empezaba a emerger un congestus el cual no se dirigía hacia él. Y el cumulonimbus que había por Collserola empezó a engullir la ciudad sin piedad. La evolución había resultado sorprendentemente rápida y parecía que se iba a juntar con el cumulonimbus que venía des del sur. Esa, definitivamente, era una gran situación. Finalmente parecía que el cumulonimbus esquivaría Barcelona puesto que empezaba a marcársele un rumbo más hacia el nordeste. Ese cumulonimbus era enorme y crecían nuevas secciones, las cuales, sí se juntaron con el cumulonimbus del sur. Los congestus del Maresme ya prácticamente se habían esfumado. En cambio, el cumulonimbus que tenía casi encima no mostraba señal alguna de debilidad todavía. Joan decide que ya ha visto bastante y regresa a su casa. No obstante, una sorprendente forma en la base del cumulonimbus del sur hizo que Joan regresase rápidamente al tejado para verlo mejor. Se quedó parado. Esa era la tormenta que había estado esperando todo el año hasta entonces. Por el sur parecía haber explotado una supercélula verde; una buena tormenta. Pero Joan estaba satisfecho con lo que estaba viendo desde su casa.

PARTE 4:

Joan estava delante de la mejor situación de la temporada; estaba rodeado de monstruos. Pero el gran monstruo se localizaba en el mar. Existía la posibilidad de formación de mangas marinas. El cumulonimbus que tenía enfrente de él se dirigía a su posición o eso le pareció a Joan. De repente, el cumulonimbus del mar mostró su verdadera forma y se había convertido en el mejor que había visto hasta entonces. Mientras que el monstruo del mar entraba en fase de disipación, una nueva sección cogió fuerza y empezó a crecer. De repente empezó a caer algo de lluvia producto de lo que tenía encima. Finalmente todo terminó en un nubarrón pequeño; había terminado el espectáculo. Pero por la zona sur, aparte de la supercélula verde, se generó un buen sistema por Sagunto, Valencia, donde Javier Moya Nájera pudo grabar algo interesante. Aunque ese día resultó ser muy bueno, no tendría comparación con el 14 de septiembre.

PARTE 5:

Lunes 14 de septiembre del 2009. El regreso a las aulas por otros 9 meses más. Pero Joan empieza un curso de informática en el Ausias March por las tardes por lo que tiene las mañanas libres para cazar. Y esa mañana era un buen comienzo: un potente congestus se formó enfrente de Barcelona y se dirigía directo a Joan. Rápidamente alcanzó proporciones colosales como las del cumulonimbus del día anterior en el mar; solo que lo tenía delante esa vez. El extremo de la tormenta empezó a cubrir el cielo precediendo al impresionante arcus el cual, tras de él, podría haber lluvia muy intensa e incluso granizo. El informe del tiempo indicaba que esa mañana habría tormenta, pero por la tarde también. Joan no puede esperar más y sube al tejado para ver la colosal cortina de lluvia que precipitaba sobre la ciudad. Parecía que en realidad las tormentas habían llegado antes de lo previsto; era difícil de imaginar algo parecido a eso por la tarde. Joan salió con el paraguas al descubierto para grabar mejor la lluvia pero un trueno hizo cambiar de opinión puesto que el móvil podía ser un pararayos mortal y Joan no quería comprobar si el hecho de llevar paraguas minimizaba el riesgo. No obstante a Joan le pueden las ganas de seguir grabando abiértamente por lo que decide volver a intentarlo a pesar del riesgo al que se puede estar exponiendo. Esa sería la última vez que lo intentaría puesto que un trueno espantoso que indicaba un impacto de rayo a unos 300 metros. En algun momento se vió un poco de granizo de diminuto tamaño. Pero Joan ya debe empezar a salir para evitar llegar tarde en su primer día. Deja atrás uno de los mejores días de su vida. No obstante, aquello no había terminado... todavía.

PARTE 6:

A las 3 de la tarde Joan tiene que coger el 63 que le llevará al instituto. En esos momentos la tormenta ya había pasado por lo que Joan creía que ya había terminado todo. No obstante, por desgracia para él , eso aún no había acabado. Por la tarde se reactivó el sistema tormentoso y un cumulonimbus enorme se formó delante la costa de Barcelona. No fue hasta las 7 de la tarde que Joan pudo ver el colosal cumulonimbus; era de lejos, el mejor y más espectacular cumulonimbus que había visto nunca. También traía consigo pequeña actividad eléctrica. Era mucho mejor que el que tuvo unas horas antes. Terminó por dejar una bonita manga marina delante de la playa de la Barceloneta. Por Sagunto, esa noche, Javier Moya Nájera tuvo una tormenta eléctrica bastante buena con algunos buenos rayos. No obstante, no fue el único que tuvo tormenta eléctrica ese día; Joan también la tuvo y compensó mínimamente la pérdida de la manga de aquella tarde. Al día siguiente, a pesar que había una extensa masa de lluvias débiles, no llegaban a la costa. No obstante, por Alicante se pudo observar una manga marina bastante bonita. Al cabo de 2 días, el jueves 17, aparecía alguna tormenta fuerte delante la costa de Tarragona pero que se alejaba de la costa. No obstante por la noche un fuerte sistema tormentoso barrió Cataluña dejando espectaculares tormentas eléctricas como la que Joan pudo ver desde Barcelona. Algunos de los rayos eran espectaculares e iluminaban la estructura del cumulonimbus. A la mañana siguiente no había ni rastro de aquella tormenta fuerte.

PARTE 7:

Al día posterior, viernes 18, empezó con lluvia pero nada más. Al poco rato pasó de largo y dejó una buena vista de un par de cúmulus congestus los cuales evolucionaron rápidamente a cumulonimbus juntándose asoliendo dimensiones enormes. Joan estaba disfrutando del espectáculo como nunca. Por la tarde en la localidad costera de Jávea, sur de Valencia, una manga marina F1 llegó a penetrar en tierra convirtiéndose en un tornado débil que causó algunos destrozos en varios establimientos. Una nueva muestra de la meteorología extrema en la península. De vuelta en Cataluña, el domingo 20 de septiembre, un gran sistema se gestionó en la zona central y empezó a descender hacia la costa cuyo núcleo pasaría justo por encima de Barcelona. Una célula peligrosamente cerca de la costa hacia temer a Joan la posibilidad de que se haya perdido otra manga marina. Pero al final no se formó ninguna. El sistema tormentoso cada vez estaba más cerca de Barcelona. Se dirigía hacia Maresme pero haría un giro drástico que lo llevaría directo a Barcelona. Por la zona de mar aparecía un cúmulus congestus. Empezó ya a precipitar un poco de lluvia, señal que indicaba que se estaba produciendo ese giro. Lo que Joan no esperaba era lo que le pasaría por culpa de las gotas que impactaban en el móvil. El cielo se iba oscureciendo cada vez más. Por el sur un buen cúmulus congestus o incluso cumulonimbus se dirigía hacia la otra tormenta, la que venía de Maresme. Más adelante se empezaban a ver los primeros relámpagos. Pero de repente el móvil dejó de funcionar.

PARTE 8:

El núcleo de la tormenta pasó justo por encima de Barcelona, con rayos constantes y muy cercanos... que Joan no pudo grabar puesto que la cámara del móvil se había colgado fruto del agua. Ese suceso podría significar el fin de la temporada para Joan en cuanto a cazas o aun peor, el fin de las cazas. Pero una hora más tarde volvió a funcionar. Seguramente sólamente había que esperar a que se secara el agua que podía haber. El informativo del tiempo decía que de cara a próximos días una borrasca podría afectar a Valencia y sobretodo a Mallorca, zona en la que se podría ver alguna manga marina como pasó durante las 3 últimas jornadas. Por suerte Joan estará preparado por si hay que esperar alguna última tormenta del año. Justo a tiempo puesto que aun le queda una buena situación por vivir.

Y hasta aquí el capítulo 4. Espero que haya sido de vuestro agrado y la semana que viene habrá el último capítulo de la temporada, el cual no es tan bueno como este, pero tampoco está mal. Me gustaría añadir una dedicatoria para una buena amiga cuyo apoyo ha sido crucial para seguir haciendo lo que hago: Marya, gracias por todo; espero que tengas tiempo para ver este episodio.
Sin más dilaciones, que tengáis una buena semana y una buena temporada de tormentas 2010. ¡Hasta la semana que viene!
¡Estad pendientes del cielo, cazadores!